Washington, 21 de noviembre de 2012
¿Cómo se regresa a un lugar del que uno nunca se ha ido? ¿Cómo
se vuelve a mirar un cielo incrustado en la retina? ¿Cómo se paladea un café de
amargor congelado? ¿Huele igual la lluvia que nunca dejó de mojar? ¿Resuenan
como siempre las voces que jamás se acallaron? ¿La dulzura sigue siendo
sinónimo de panela? Nos dicen que la memoria reside entre sesos encajados, pero
en realidad habita en los pies,
como el corazón, al caminar.
Tayrona (Colombia) Sep 2010 |
~ 1 Caminantes: ~
at: 21 de noviembre de 2012, 11:51 dijo...
La memoria es absolutamente sensorial. Y cada vez estoy más convencida de ello. No necesito que nadie me lo diga. Lo compruebo bastante a menudo. Hay olores, sabores, tactos... que viajan con nosotr@s estemos donde estemos, incluso aunque ese "estar" implique situarse a muchos kilómetros del lugar amado, de gente amada.
Disfruta de ese país que me compartiste. Disfruta de esa tierra que fue tuya, es tuya y será tuya. No temas, como diría Kavafis, hallarla diferente. Seguirá siendo tuya, como esos cuadernos que, años después, amarillean sus páginas.
Sé feliz. Y sigue compartiendo Vida con quienes te queremos. ¡¡¡Buen viaje, mija!!!
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