Bogotá, 18 de junio de 2010
"Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas. Afortunadamente, gracias a la inagotable generosidad imaginación, vamos supliendo las faltas, rellenando las lagunas de la mejor manera posible, abriendo paso en callejones sin salida y que sin salida continuarán, inventando llaves para abrir puertas huérfanas de cerraduras o que nunca llegaron a tenerlas."
De Las pequeñas memorias, José Saramago, Alfaguara (Selección de Diego Mesa)
Ése era el fragmento que el pasado 31 de mayo ilustraba el blog "Otros cuadernos de Saramago" y que yo pensaba publicar entonces en el mío acompañado de estas letras.
Probablemente Diego Mesa, quien está realizando las selecciones para la bitácora del premio Nobel, no haya tenido en cuenta lo adecuado de las palabras para la realidad y la actualidad que hoy pisan Colombia. O tal vez sí, no lo sé. Pero lo cierto es que son perfectas para describir lo que se está jugando este país. Y es que al leerlas me he dado cuenta de que esa minoría verde al menos es eso, una minoría. Y que, aunque aplastada, responde a un intento de abrir puertas huérfanas de cerradura, responde a una ilusión real, a un atisbo de luz en medio de tanta y tan poderosa oscuridad.
Ganen -ganemos- o no los verdes, es cierto que ya han logrado muchas victorias. La más importante, demostrar que hay salida en los callejones oscuros...Y eso, en esta tierra, son palabras mayores.
Disculpas por mi optimismo enfermizo, perdones por mi entusiasmo patológico. Pero me niego a creer que toda esa esperanza verde simplemente se quedará en el recuerdo. Entre tanta mediocridad y rutina a veces llegan soplos de vida que dejan un rastro imborrable.
Hoy ha muerto Saramago, un sabio de las palabras, un filósofo, un crítico del mundo, un analista de los seres humanos y de su realidad más surrealista.
El post que ahora ilustra su cuaderno se refiere a la necesidad de pensar, a la inmensa necesidad de hacer que los hombres paren su mundo para ver qué ocurre, para generar ideas. Hoy nos quedamos sin las suyas y nos van a hacer mucha, pero que mucha falta.
Mientras tanto me quedo también con esta reflexión suya que me trae recuerdos del presente:
"Hay momentos así en la vida: se descubre inesperadamente que la perfección existe, que es también ella que viaja en el tiempo, vacía, transparente, luminosa y que a veces (raras veces) viene en nuestra dirección, nos rodea durante breves instantes y continúa hacia otras parajes y otras gentes."
Ideas |
Especiales condolencias para su lector parisino que hoy observa la vida , en parte, a través de sus letras.
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