Washington, del 20 al 21 de abril de 2012
Suelto un nos vemos mañana y apenas camino unos pasos cuando
ya en silencio empiezo a sentir esa extraña sensación y me digo que no. Que no
me importa qué puedan pensar. Me
paro y poso el bolso sobre lo primero que encuentro a una altura cómoda, que
bien puede ser -no importa, no importa nada- un contenedor de basura. Y ya, y esto también lo tengo que soltar.
Sufro accesos de felicidad
irrefrenable, que me llevan
inevitablemente a
una sonrisa estúpida y a
una calma de esas
de “así quiero
sentirme
siempre”.
Yo confieso.
Esta noche me he enamorado de un viento de las doce, con un
artificial olor a-mar.
Y diré que…
Escribo estas líneas bajo una farola mientras espero el
verde del semáforo, que se ha vuelto rojo tras el punto y aparte.
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Trazos a medianoche |
P.D: Ya, que estoy muy pesada últimamente. Lo sé, y lo siento... Pero es que, de verdad, sinceramente... Es que si no lo escribo, reviento.
~ 0 Caminantes: ~
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