Washington, 16 de enero de 2012
Who's to say that we won't be stronger
I ain't ever gonna lose my hungerYou don't know/ Danny and the champions of the world
A veces los días pisan demasiado fuerte, las sonrisas son demasiado marcadas, los abismos demasiado tentadores, los logros demasiado dulces. A veces las incertidumbres se convierten en un regalo y los regalos son tan grandes que vienen necesariamente sin envoltorio, y vienen inevitablemente con un cartel de “imposible rechazar”. A veces la vida te lleva en brazos tan rápido que no te da tiempo a pensar qué vives, qué escoges, qué ríes… Solo paladeas lo justo de su vertiginosidad y a volver a empezar... O a continuar. Por eso a veces algunas palabras se diluyen y otras se quedan cortas, por eso hay momentos en los que es mejor callar para no perderte ni un segundo de lo que la vida te está contando. Porque no te lo quieres perder, porque en ocasiones la lluvia de sonrisas te nubla la vista… Porque y mañana, quién sabe.
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